jueves, julio 06, 2006

Serenidad y paciencia

Respecto a los resultados del computo de votos de cada uno de los 300 distritos electorales con un cerrado resultado.

Este blog ha decidido abstenerse de emitir cualquier opinión respecto al resultado de dichos computos en espera de que sean los representantes de los partidos los que lleven la estrategia legal a seguir en el Trife. Lo anterior para no contribuir a la crispación, el encono y la muy avanzada división entre familias, amigos, vecinos, paisanos, colegas que existe en México durante estos momentos de tensión electoral.

Sin embargo, es necesario comentar que así como se habló de tendencias, muestras, gráficas. Ahora habrá que evaluar las tendencias hacia la violencia social, que pudieran surgir por la posible presunción de un fraude electoral.

Sin duda este México de 2006 es muy diferente en el aspecto político electoral al México de 1988, hoy existe un IFE ciudadano, hay presencia de los partidos políticos en su consejo general.

Existen "candados" para "blindar" los votos de cualquier voluntad ajena a la ciudadana como lo expresó ayer 5 de julio José Woldemberg ex- Consejero Presidente del IFE, que tuvo que salir de la redacción de la revista Nexos a los medios de comunicación para calmar los animos ante la confusión generalizada por las inconsistencias del PREP.

Existe un Tribunal Electoral de la Federación para dirimir diferencias como las que ahora se presentan.

Existe un padrón electoral con fotografía.

Existe transparencia en el uso de los recursos de los partidos políticos.

Y tal vez miles de circunstancias son distintas a 1988.

Sin embargo, la herida del fraude electoral de 1988 ha estado en el inconsiente colectivo mexicano desde entonces, y con lo ocurrido en estas elecciones es como hablar de la soga en casa del ahorcado. Y eso al ciudadano común puede moverle fibras emocionales que creía olvidadas.

Al finalizar este proceso electoral la democracia mexicana habrá perdido la inocencia porque la ciudadania descubrirá que en un sistema electoral tan fuerte como el nuestro que ha servido de ejemplo para el mundo caben la duda y la incertidumbre.

Por eso es necesario guardar la calma, esperar que funcionen todos los mecanismos previstos para casos como el que vivimos dentro del marco de la legalidad.

Y despues de eso México tendrá un presidente, légitimo o no a pesar de todos los incidentes de estas elecciones, para los próximos seis años y el otro, el ex candidato, tendrá que hablar con sus simpatizantes y con la nación entera para explicar que en la democracia se gana incluso por un voto de diferencia.



Con serenidad y paciencia los mexicanos tendremos que entender que en la democracia se gana con votos y lamentablemente también con espots televisivos y radiales, con periodismo militante y otros trucos.